Willie Myrick fue metido a empujones en un auto cuando jugaba con su mascota frente a su casa en Atlanta. Fue llevado por un hombre, que ahora es objeto de investigaciones policiales.
El niño asustado por la terrible experiencia, comenzó a cantar una canción cristiana “Every Praise”, y se negó a dejar de cantar cuando el secuestrador le ordenó que se callara.
"Él estaba muy molesto y me insultaba, me decía que me callara y que no quería oír ni una palabra de mí", dijo Willie, quien cantó la alabanza una y otra vez, el secuestrador molesto se vio obligado a dejarlo ir.
Parte de la letra de la canción dice: "Canta aleluya a nuestro Dios, Gloria es para nuestro Dios aleluya, todos los elogios toda alabanza es a nuestro Dios".
Después de tres horas el delincuente lo dejó libre. "Él abrió la puerta y me echó, me dijo que no se lo diga a nadie", cuenta Willie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario