jueves, 29 de diciembre de 2016

Los Frutos del Espíritu Santo reflejados en el Cristiano

  
                                     

Aspectos más relevantes del carácter que debe tener un cristiano, en nuestras fuerzas es difícil, pero con la ayuda de Dios a través de su Espíritu Santo podemos hacerlo. 


 1. Un cristiano debe ser ordenado en todos los aspectos de su vida. La Biblia dice: “Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden ” 1 Corintios 14: 39 y 40. El desorden en nuestro hogar, iglesia, y trabajo refleja nuestra manera de pensar, la falta de organización de las ideas; de nada sirve hablar en lenguas si se hace el papel del loco.

 2. Un cristiano no debe ser afanoso. La Biblia dice: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias ” Filipenses 4: 6. El afán refleja o deja entrever inseguridad; falta de dominio propio. 
   
  
3. Un cristiano debe ser pacífico. La Biblia dice: “Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres.” Filipenses 4: 5 y dice: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres ” Romanos 12: 18. Eso no quiere decir que todos nos van a tratar bien o que todos van a estar en paz con nosotros, la palabra afirma lo contrario “Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo “Juan 17: 14. Respecto al servicio militar, la Biblia dice refiriéndose a un soldado romano convertido “También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario” Lucas 3: 14.           


4. Un cristiano debe tener palabra, ser firme en su hablar. La Biblia dice: “Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación” Santiago 5: 12. Los juramentos reflejan una manera vacilante de proceder y actuar, como si se dudara de lo que se afirma; y están basados en cosas que no podemos garantizar; El Señor dijo:” No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede” Mateo 5: 34- 37. Existen ciertos juramentos de rigor en el procedimiento administrativo y jurídico público, que Cristo no rehusó en su interrogatorio ante Caifás (Mateo 26: 63), no hay problemas en este caso, pero no se debe acostumbrar; lo mejor es hacer lo que Él hizo, dejarlos seguir con su procedimiento. El hecho de jurar no va a hacer que un embustero no jure en vano, se trata de una regla hueca; la garantía que ofrece el cristiano es su conducta. Algunos de los “juramentos” jurídicos, no son en realidad juramentos, ya que no se pone por garantía ninguna persona o cosa, son solo declaraciones previas comprometiéndose a decir la verdad, algunos dicen “doy fe”.  


5. Un cristiano es respetuoso de las autoridades. La Biblia dice: “Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra. Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres” Tito 3: 11. Nótese que en el contexto histórico quienes gobernaban esa parte del mundo eran los romanos, los cuales representaban una cultura pagana, ¿qué tanto?, – hasta tenían un dios del vino llamado Baco, y así por el estilo. El respeto a las autoridades en la Biblia es una concesión que uno da al gobernante aunque éste se porte mal; Adán perdió su legado en manos de Satanás cuando pecó, y esa situación se mantiene hasta hoy; en el pasaje de la tentación Cristo no le refutó a Satanás la pertenencia de los reinos de la tierra (Mateo 4: 1- 11); Cristo interrogado ante Pilatos respondió “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí ” Juan 18: 36.


6. Un cristiano es cortés, o gentil, o amable. La Biblia dice: “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido” ” Timoteo 2: 24.       

  7. Un cristiano es recatado en su hablar. Biblia dice: “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres ” 1 Corintios 15: 33. En nuestro medio es muy común utilizar este tipo de conversaciones para descrédito político del adversario.   

8. Un cristiano posee dominio propio. La Biblia dice: “poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio” 2 Pedro 1: 5. la falta de control de nuestras emociones es ocasión de caer; El Señor dijo: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.” Efesios 4: 26. Nótese que la Biblia menciona la “ira de Dios” ( Romanos 1: 18) pero no dice que Él ha pecado alguna vez.
  

9. Un cristiano es paciente. La Biblia dice: “y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas” Lucas 21: 17. Este pasaje refuerza el testimonio del cristiano como forma de evangelizar.                

10. Un cristiano es gozoso, alegre. La Biblia dice: “Estad siempre gozosos” 1 Tesalonicenses 5: 16. Es importante recordar que este gozo no se refiere a lo que el mundo llama gozo, sino a un ánimo constante que se siente en el corazón y que nos impulsa a vivir el evangelio, una cita que refuerza esto es “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” Juan 7: 38. Es igual si hacemos un devocional personal o si cantamos en la iglesia, el ánimo no falta.                      
11. Un cristiano es honesto. La Biblia dice: “Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas” 1Timoteo 3: 8. No tiene sentido que alguien que posee la promesa de la vida eterna, y que dentro de mil años va a estar haciendo alguna otra cosa, se moleste en ganar dinero que no le pertenece; el afán por el dinero en el cristiano desdice de su Fe. Si es la voluntad de Dios tendremos riquezas y si no, Él provee todo de igual manera.
    
12. Un cristiano no es un “tonto”. La Biblia dice: “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán” Mateo 10: 16 y 17. La concepción general de un “tonto” es que se trata de aquella persona que puede ser engañada o burlada con facilidad; Dios tampoco es un “tonto”, la Biblia dice: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” Gálatas 6: 7. Aunque tampoco se trata de “dárselas de vivo”.    


13. Un cristiano es humilde. La Biblia dice: ” …y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas ” Mateo 11: 29b. Mucha gente no capta el mensaje que siendo Dios el ser más sabio se encarnó y se hizo carpintero. ¿será que ha nacido un ingeniero a sepa más que Dios sobre la madera?, – las preguntas retóricas es mejor no contestarlas a veces. Esta humildad no debe ser interpretada como pobreza, sino como un espíritu que vive para servir a los demás, que Dios lo puede utilizar de acuerdo a su voluntad. Los cristianos debemos tener una concepción clara de nosotros, Pablo diría “…a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” Romanos 12: 3.   

  
14. Un cristiano es una carta abierta para ser leída de todos. La Biblia dice: “Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón” 2 Corintios 3: 2 y 3. La Vida del cristiano es para testimonio a los no creyentes.     


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