El nombramiento de la cristiana evangélica, Nikki Haley, como embajadora ante la ONU, ha sido ratificado por el Senado de Estados Unidos, por lo que oficialmente Haley es miembro del equipo de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump.
Haley fue recibida con los brazos abiertos por el Senado, pero también por el gobierno y el pueblo israelí, porque saben del apoyo explícito y públicamente expresado por Haley al Estado de Israel.
En su audiencia de confirmación del Senado, Haley expresó su desacuerdo con la ONU, criticando al organismo mundial por el "maltrato" a Israel, en referencia a la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exige a Israel a detener la construcción de asentamientos.
Haley, de 45 años de edad, asiste a la Iglesia Metodista y es ex gobernadora de Carolina del Sur. Fue nombrada por Donald Trump para ocupar este importante cargo ante la ONU y fortalecer los lazos con Israel y con con el primer ministro Benjamin Netanyahu.
La nueva embajadora ante las Naciones Unidas prometió que "no se abstendrá cuando la ONU trate de crear un entorno internacional que fomente el boicot a Israel" y dejó bien claro que su posición será a favor del Estado judío.
El embajador de Israel en la ONU, Danny Danon, expresó su agradecimiento a Haley en el momento de su audiencia de confirmación, declarando oficialmente que Israel "espera trabajar con ella en plena cooperación para deshacer el daño causado por la vergonzosa resolución del Consejo de Seguridad".
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