domingo, 16 de abril de 2017

“Estados Unidos prepara un ataque para destruir el programa nuclear de Corea del Norte por completo”



El vicepresidente estadounidense, Mike Pence llegará a Seúl el domingo, en medio de un torbellino geopolítico, ante la inminencia de una posible prueba nuclear de Corea del Norte y advertencias duras de Estados Unidos acerca de una respuesta militar. 



La primera visita de Pence a Corea del Sur – parte de un recorrido por Asia, que también incluye paradas en Japón, Indonesia y Australia – fue concebido hace meses, pero no podía llegar en un momento de más alta tensión. 

El domingo, en el Reino Unido el Sunday Times informó que los principales asesores militares del presidente de Estados Unidos Donald Trump han dicho a sus homólogos británicos que Washington estaba considerando un ataque preventivo contra el programa nuclear de Corea del Norte, y creía que tenía el poder de fuego para neutralizarlo. 

Citando “fuentes de alto nivel” en el gobierno británico, el diario dijo que los EE.UU. creía que era capaz de “destruir por completo” las instalaciones clave necesarias para eliminar la amenaza que supone para el vecinos de Corea del Norte y los EE.UU. el programa nuclear. 




Según el documento, el secretario de Defensa estadounidense, James Mattis dialogó de un ataque estadounidense en Corea del Norte con su homólogo británico Michael Fallon hace dos semanas, y conversaciones similares se han celebrado entre los funcionarios británicos y el asesor de seguridad nacional de Trump, H.R McMaster.


“Se hará lo que sea necesario. Nada está fuera de la mesa. Ellos piensan que tienen la capacidad dar en los blancos y destruirlos. Están seguros de que saben dónde está todo y pueden dirigir un ataque de manera eficiente”, dijo un funcionario británico según fue citado.  


Otra fuente le dijo al Times que funcionarios de Estados Unidos “están llegando a tal punto que piensan que pueden tener que eliminar las instalaciones de forma preventiva …. Están mucho más cerca de tomar una acción militar que hace un año”.

En la última semana, las imágenes geo-espaciales mostraron que Corea del Norte estaría preparando una prueba nuclear, coincidiendo con el 105 aniversario del nacimiento del fundador Kim Il-Sung.  

Trump ha advertido que “el problema de Corea del Norte será atendido” y las autoridades han confirmado que se está considerando la acción militar, aunque no ha sido aprobado.Esta cuestión será prioridad en la agenda cuando Pence inicie conversaciones con el primer ministro interino de Corea del Sur Hwang Kyo-Ahn el lunes, y en Tokio durante sus conversaciones con el primer ministro Shinzo Abe. 



Tanto Japón y Corea del Sur están firmemente en la línea de fuego y querrán advertir contra cualquier acción militar de Estados Unidos que podría llevar a una conflagración más amplia.


Las autoridades estadounidenses reconocen que el mensaje de Trump de “Estados Unidos primero” a veces ha sido leído por los aliados en el sentido de “todos los demás en último lugar”.

El mensaje de Pence será que los compromisos de seguridad y económicos de Estados Unidos están soportados y “blindados”, de acuerdo a una asesora de política exterior de la Casa Blanca. 

Ese compromiso, dicen los asesores, se destacó por lazos muy personales de Pence a Corea del Sur.

Hace sesenta y cuatro años, su padre, el teniente Edward Pence, fue galardonado con la Estrella de Bronce por su valor en la guerra de Corea.

En Seúl, Pence tratará de mantenerse alejado de la tumultuosa política interna de Corea del Sur antes de las elecciones el próximo mes. No se espera que se reuna con los líderes de la oposición que podrían tomar las riendas próximo mes.

Pero, sin duda, abordará las preocupaciones en Washington que cualquier nuevo gobierno puede ralentizar el despliegue de THAAD, un sistema diseñado para derribar misiles de Corea del Norte o en otro lugar.

Los Estados Unidos tiene cerca de 30.000 soldados en Corea del Sur y está muy interesado en ver el proyecto completamente desplegado.

La cuestión se ha complicado por una furiosa oposición de China a la perspectiva de tener un sistema de radar de alta tecnología en su puerta, temiendo que podría neutralizar parcialmente su fuerza de disuasión nuclear.

Pekín ha respondido a pesar de la presión diplomática y la coerción económica, agriando las relaciones con Seúl.

Pero Pence, cuyo mensaje público a veces parece en desacuerdo con Trump, tendrá un arduo trabajo para convencer a Corea del Sur de que Estados Unidos es un socio fiabl

 Fuente:estadodeisrael.com 


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