A pesar de las persecuciones por musulmanes radicales en Indonesia, el crecimiento del cristianismo está trayendo una transformación espiritual en muchas vidas, haciendo que algunas iglesias permanezcan firmes.
Musulmanes radicales agitan turbas violentas para destruir las iglesias y amenazar a los creyentes, presionando a las autoridades para cerrar iglesias y pastores en la cárcel de Indonesia. Sin embargo, aquello no ha impedido que la iglesia siga creciendo en la nación musulmana.
Durante varios meses, la iglesia del pastor Bernard celebró servicios en un campo abierto, hasta que musulmanes irrumpieron en ella, destruyendo completamente todo. Incluso arrestaron al pastor por tres meses. Al parecer la obra menguaba pero sin duda había un propósito.
Tras las rejas, el pastor continuó a compartir el mensaje de Dios. "Yo prediqué que Dios nunca nos deja y él está presente en cada una de nuestras situaciones", dijo. Oró por ellos, colocó las manos sobre los enfermos y ellos sanaron y fueron libres gracias a la gloria de Dios.
Asimismo, otra iglesia no ha sido blanco de los musulmanes radicales. Esto se debe a que el pastor compartió la palabra con un líder musulmán y este terminó creyendo en el amor de Dios. Desde entonces los protege de cualquier asechanza, sin duda los cristianos creen que Dios está en el asunto. "Indonesia es ahora un 20 por ciento cristiana”, dijo el pastor.
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